La Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), a través de la Subdirección de Autoridad Ambiental, ha lanzado una iniciativa para combatir la amenaza del Caracol Gigante Africano (Achatina fulica).

La entidad está entregando kits especializados a las 74 alcaldías de la jurisdicción, para controlar y mitigar la invasión de esta especie perjudicial para la biodiversidad, la productividad agrícola y la salud pública. Los kits, diseñados para el control y erradicación de esta especie invasora, incluyen: cal dolomita, sal común, guantes de látex, tapabocas, baldes plásticos con tapa, hipoclorito de sodio al 5%, bolsas plásticas para residuos peligrosos, gafas de seguridad, soda cáustica y babosa granulado.

La CAS aconseja a las alcaldías que estos materiales sean distribuidos en pequeños paquetes, que puedan ser entregados a Juntas de Acción Comunal, grupos ambientales y asociaciones comunitarias para garantizar su uso adecuado y eficaz.

Las alcaldías interesadas en recibir estos kits deben coordinar la entrega llamando a los números 311 261 5094 o 311 213 2423, para agendar una cita con la Subdirección de Autoridad Ambiental de la CAS.

Además de lo anterior, la CAS continúa realizando talleres con las comunidades encaminadas a capacitar a la población en termas relacionados con la prevención, erradicación y manejo seguro de esta especie invasora con el fin de salvaguardar la integridad ambiental, fitosanitaria, productiva agrícola y de salud pública.

El caracol gigante africano es una especie que puede comprometer la producción agrícola en el territorio colombiano tanto a nivel comercial como de autoconsumo, por su naturaleza polífaga, éxito reproductivo y carácter invasor capaz de colonizar efectivamente cualquier área que por sus hábitos de dieta generalista le permiten consumir plantas, hongos y materia orgánica en descomposición.

Por lo anterior, la Corporación Autónoma Regional de Santander sugiere lo siguiente: evite desechar residuos agrícolas que puedan facilitar la propagación del caracol gigante africano; establezca medidas continuas de vigilancia para detectar a tiempo la presencia de huevos o ejemplares de este molusco.

Durante la inspección, utilice siempre mascarilla y proteja sus manos con guantes de látex o bolsas plásticas para prevenir el contacto directo con la baba y las membranas mucosas del caracol; si se utiliza otro tipo de guantes no desechables, recuerde desinfectarlos después del contacto con el caracol.

Coloque el caracol en un contenedor de plástico y no de vidrio, aplique sal o cal directamente sobre su cuerpo, no solo sobre la concha.

Busque los huevos y colóquelos en un recipiente con sal. Después de manipular el caracol, lávese bien las manos y los antebrazos con abundante agua y jabón. No transporte vegetación que contenga el molusco. No arroje caracoles muertos o sus restos en cuerpos de agua o cerca de reservorios y disponga adecuadamente de los caracoles muertos conforme a las directrices establecidas por la Corporación.

Sobre el Caracol Gigante Africano:

Este molusco, originario del este de África, es una de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo. Su presencia representa un grave riesgo para la biodiversidad local, al desplazar a caracoles endémicos y depredar flora nativa. Además, es portador de parásitos peligrosos, como el Angiostrongylus cantonensis, que puede causar meningitis y otras enfermedades neurológicas en humanos.

Con conchas que pueden alcanzar hasta 30 centímetros y una capacidad de reproducción rápida (hasta 600 huevos por temporada), el Caracol Gigante Africano exige una acción inmediata y coordinada para prevenir su proliferación.