Parque Nacional Natural Serranía de Los Yariguíes

El área protegida está claramente distribuida en las vertientes Oriental y Occidental. La vertiente Oriental está influenciada por elementos típicos de los Andes Nororientales y la vertiente Occidental por elementos del Valle Medio del rio Magdalena. En l vertiente Oriental se encuentran las zonas de vida (Holdridge, 1967 en Díaz et al., 2008) de bosque húmedo premontano (bh-PM), bosque húmedo montano bajo (bh-MB) y bosque pluvial montano (bp-M) que también se comparte con la vertiente Occidental, en la cual se encuentra bosque muy húmedo tropical (bmh-T), bosque muy húmedo premontano (bmh-PM) y bosque muy húmedo montano bajo (bmh-MB).

En el área protegida se han registrado 903 especies de plantas vasculares agrupadas en 119 familias y 283 géneros. De éstas, 823 especies son Angiospermas, 2 especies de gimnospermas y 78 especies de pteridófitos (Marin-Corba et al., 2010). Entre las especies encontradas se destacan el roble(Quercus humboldtii) (VU), el almanegra Orphanodendron bernalli (CR), Pitcairnia petraea (CR), las Asteraceaes Espeletia incana (VU), Tamania chardonii(EN) y Condylopodium hyalinifolium con carácter de endemismo en los Andes Nororientales de Colombia, además de las nuevas especies para la cienciaLessingianthus yariguierum y Hebeclinium squamosum (Díaz y Rodríguez, 2012).

A pesar de la importancia de los ecosistemas del complejo paramuno del PNN SYA, hasta hace poco sólo se contaba con unas pocas colectas históricas (Fasset, 1845; Ardila, 1984). No obstante, actualmente se ha corroborado la presencia de zonas de subpáramo y páramo propiamente dicho ubicadas entre 2400 y 3400 m, que ocupan un área aproximada de 7.026 ha en jurisdicción de los municipios de San Vicente de Chucurí, El Carmen, Simacota, Chima, El Hato y Galán (Morales et al., 2007; Olaya et al., 2010). Consecuentemente, se ha registrado 183 especies de plantas vasculares en 46 familias y 96 géneros, de las cuales 176 especies son Angiospermas y 7 especies son Pteridófitos (Aguilar-Cano et al., 2011).

Aves: Investigadores han propuesto a la Serranía de los Yariguies como un Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA) (Boyla y Estrada, 2005) y sitio para la Alianza Zero Extinción (AZE) (Ricketts et al., 2005). La vertiente Oriental del Parque hace parte del EBA (038) y la vertiente Occidental es influenciada por este mismo EBA y el EBA (037) (Stattersfield et al., 1997). Se ha confirmado la presencia de 501 especies de aves, de las cuales 15 son endémicas, 14 se encuentran en alguna categoría de amenaza de la UICN (2 CR, 6 EN, 6 VU) y 5 más se encuentran casi amenazadas, además que arriban cerca de 33 especies migratorias (Donegan et al., 2010; Duarte-Sánchez et al., 2010; Stiles, 2011).

Mamíferos: Se ha corroborado la presencia de 82 especies de las cuales 26 son murciélagos y 56 son de hábitos terrestres, 2 son endémicas para Colombia, el maco caguetas Aotus cf. lemurinus y la ardilla runcha Microsciurus santanderensis. En alguna categoría de amenaza de la UICN (2011) se encuentra Ateles hybridus hybridus (CR), Aotus cf. lemurinus (VU), Tremarctos ornatus (VU), Lontra longicaudis (VU), Panthera onca (VU), Dinomys branickii(VU), Tayassu pecari y Mazama rufina (VU) (Briceño, 2005; Villanueva, 2006; Duarte-Sánchez et al., 2010; Fundación Panthera, 2010; Cáceres et al., 2011; López, 2011).

Herpetos: Se ha registrado cerca de 26 especies de reptiles y 31 especies de anfibios, de estos Ranitomeya virolinensis, endémica de los Andes Nororientales y en peligro de extinción (ISA, 2002; Montealegre, 2006, Calderón, 2011; Duarte-Sánchez, 2011).

Peces: Se ha reportado la presencia de 23 especies de las cuales 22 presentan hábitas superficiales y 1 de hábito troglodíticos (Duarte y Mantilla, 2011), que corresponden el 19,8% del total de especies reportadas para el departamento de Santander (Castellanos-Morales et al., 2011).

Artrópodos: En el parque se encuentran 253 especies de mariposas diurnas (Huertas y Donegan, 2006; Andrade, 2011), 45 especies de escarabajos coprófagos (Rosado, 2006; Morales et al., 2010) y 21 especies de libélulas y caballitos del diablo (Duarte y Garzón, 2011).

Está conformado por las cuencas hidrográficas de los ríos Sogamoso, Opón y Suarez. La cuenca Sogamoso contiene al interior del PNN SYA las microcuencas San Guillerma, Paramera, Los Medios, Chucurí y Las Cruces; esta última es abastecedora del acueducto municipal de San Vicente de Chucurí. La cuenca del Opón contiene las microcuencas Aragua, Araya, Verde, Cascajales, Cristalina, Honduras Alto, Honduras y Vergelano, la cual abastece al acueducto municipal del municipio del Carmen y finalmente la cuenca Suarez contiene las microcuencas Chimera, Santa Rosa, Cinco Mil y Chiviriti, abastecedoras actualmente de los municipios de Chima, Galán, Simacota y El Hato, y en un futuro cercano probablemente abastecerán del recurso hídrico a los municipios de Socorro y Barichara.

Objetivos de conservación del Parque Nacional Natural Serranía de Los Yariguíes

1.Contribuir a la conservación de las zonas de vida del Parque Nacional Natural Serranía de los Yariguíes, como Bosque Húmedo Tropical (bh-T), Bosque húmedo Premontano (bh-PM), Bosque Húmedo Montano Bajo (bh-MB), Bosque muy húmedo Premontano (bmh-PM), Bosque muy húmedo Montano Bajo (bmh-MB) y Bosque Pluvial Montano (bp-M), para garantizar la presencia de especies de fauna y flora.

2.Conservar las poblaciones de especies de fauna y flora endémicas y amenazadas en los distintos hábitats naturales al interior del área protegida.

3.Proteger y mantener la oferta del recurso hídrico, por su importancia y como principal aportante de recarga de agua a las principales cuencas hidrográficas de la región.

4.Mantener los vestigios arqueológicos, valores históricos y escenarios naturales de las etnias ya desaparecidas como los Yariguíes, Opones y Guanes entre otras, por su valor cultural y relevancia para propósitos educativos y de investigación.

Comunidades presentes en el área:

Dentro del Parque No existen comunidades: sin embargo, en su zona de influencia se observan dos sectores de población con algunos matices: el primero en los municipios de San Vicente y El Carmen de Chucurí con asentamientos articulados a territorios con suelos productivos, un modelo económico

dependiente de la explotación y beneficio de cacao y café, y una pauta de ocupación que tuvo origen en la montaña santandereana. El segundo está localizado fundamentalmente en el municipio de Contratación, y algunos sectores de El Guacamayo y Chima, y está constituido por pobladores de diversas procedencias en la montaña santandereana y confinados en esta región por poseer una característica particular: pertenecen a grupos familiares portadores de la enfermedad de Hansen o lepra, situación que ha derivado en la conformación de núcleos de población completamente cerrados. En la vertiente occidental hay economía de subsistencia, con productos agrícolas y ganadería extensiva, con excedentes de comercialización local. Al norte, en San Vicente y El Carmen de Chucurí, el cacao y el café, principales productos agrícolas tienen un destino nacional en su comercialización, con apoyo técnico de los gremios productivos. En la vertiente oriental se presenta ganadería extensiva y los productos agrícolas son comercializados en los mercados locales de cada municipio como Galán, El Hato, etc. o se llevan directamente a los núcleos comerciales que funcionan como centro de acopio.

Hace parte de las estribaciones occidentales de la Cordillera Oriental de Colombia, con orientación Suroeste-Noreste, separada de esta por los cañones de los ríos Suárez y Sogamoso. Comprende un sistema boscoso de 59.063 has, sobre la jurisdicción de los municipios de San Vicente de Chucurí, El Carmen, Simacota, Santa Helena del Opón, Chima, El Hato y Galán. En el Sur-Occidente del área protegida en los municipios de Simacota y Santa Helena del Opón, se encuentran las cotas más bajas con presencia de bosques muy húmedos tropicales, mientras que en la zona Centro-Oriente y Sur-Oriente, entre los municipios de El Carmen, Chima, Simacota, El Hato y Galán, se encuentran las crestas más altas con zonas de paramo (Donegan y Huertas, 2005; Morales et al., 2007; Res. MAVDT 0637 de 2008; Aguilar-Cano et al., 2011).